LOLA. DÍA 13: Manos al aire

Orden del día: trabajar la imagen corporativa del producto. En el grupo de Whatsapp que tenemos (happy bollos) dejé muy claro que la reunión empezaría a las 6 de la tarde pero, como siempre, la Puri no llegaba. Apareció media hora después con el mandil colgando del cuello y la Pronto en la mano.

PURI: ¿Se puede saber qué es tan importante? Lola, ¿ya la has liado otra vez?

JULIA: Nada, resulta que a la niña se le ha ocurrido que tenemos que decidir entre todos el color de los envoltorios de las magdalenas, una decisión de vida o muerte, vamos.

PURI: ¿Me estás diciendo que me he perdido el final de “Amar en tiempos tormentosos” por esta gilipollez? ¡Venga hombre, que alguien eche a esta muchacha de una vez que nos va arruinar el negocio y a mí me está agotando la santa paciencia!

LOLA: Puri, tú tienes de santa lo que yo de monja. Bien que cuando repartimos los cuartos estás aquí la primera, pero si hay que pensar, rápido te escaqueas.

ABUELO: Bueno, bueno, calma. Escuchemos a Lolita.

ELVIRA: El diseño del producto es muy importante. Vengaaa, ¡callaros!, que cuanto antes acabemos antes nos vamos.

LOLA: Vivimos en los tiempos de la imagen y los colores que nos representen deberán estar perfectamente definidos.

RASTAS: Maja, vete al grano que no tenemos toda la tarde.

LOLA: A ver, en la pizarra hay varios colores. Elegiremos uno para los nuevos envoltorios de las magdalenas. Como a mano alzada siempre hacéis trampas, sobre todo Curro que vota a todo que sí, pues vamos a establecer un sistema de votación que ya quedará registrado para todas las asambleas.

CURRO: ¿Para esto he salido yo antes del curro? ¡Qué bobada!

LOLA: A ver, si levantamos las dos manos y las movemos a la vez, eso quiere decir que sí.

PURI: ¿Así?

LOLA: No Puri, no es como si estuvieras bailando el Aserejé, es más del estilo como si te estuvieras secando las uñas…Bien, así. En el caso de que queramos decir que no nos gusta, levantamos la mano izquierda y la bajamos hacia el suelo, como cuando el abuelo mata moscas.

JULIA: ¿Y si hacemos el pino puente qué significa, que eres tonta de remate?, ¿pero tú te crees que esto es Barrio Sésamo?

Julia se levantó echa una furia y se fue. Los demás la siguieron como ovejas al pastor y sólo el abuelo se quedó ensayando las nuevas formas de voto. El pobre estaba más perdido que cuando de pequeñas íbamos a la Feria de Abril y nos intentaba enseñar a bailar Sevillanas.

No me rendiré. La falta de cultura democrática no acabará con mi deseo de establecer mecanismos justos dentro de la cooperativa. Una pequeña derrota no me alejará de mi gran victoria.

Paseé toda la tarde por el parque para masticar la indiferencia que el mundo tenía hacia mí. Era uno de esos días en los que no quería volver a casa pero no me quedaba más remedio. Al entrar, no me esperaba encontrar un guateque tan molón.

¿Maletas en la puerta? Rob había acabado su etapa de eterno vividor. Lloraba porque se marchaba y le agradecía eternamente a Mamá su hospitalidad. Papá no estaba porque, la verdad, seguro que deseaba librarse del Erasmus más gorrón y borracho que habíamos albergado en casa. Cuando me vio, de la emoción me cogió para bailar y decirme, en un español poco claro, que a pesar de nuestras diferencias yo le caía bien.

Adri revoloteaba por el salón achispado por la cerveza y seguro que por alguna que otra magdalena de más.

ADRI: ¡Cambio de pareja! Lady, ¿me dedicas este baile?

Reggae a modo de pasodoble. Lo más divertido que había visto nunca. Después de que Adri me pisara media docena de veces y de que se me acercará peligrosamente, decidí que lo mejor era tomar el aire en la terraza.

Me miró fijamente a los ojos y se acercó lentamente. Me quedé a un palmo de saber si besaba bien…

ABUELO: ¡Qué viva la juventud!, pero que yo me aclare, ¿eres Julia o Lola?…Más que nada por si él tampoco lo tiene claro.